Consejos Para Viajar A Marruecos

Marruecos

Ahora que termina el calor asfixiante se nos abre un amplio abanico de países que poder visitar. Entre ellos se encuentra uno de los más diferentes y por supuesto también, uno de mis favoritos, Marruecos. El país vecino guarda entre sus secretos una culturagastronomía y paisajes que cuanto menos se pueden categorizar en interesantes. Debería estar prohibido pasar por esta vida sin al menos haber visitado esta tierra una vez. Así que, ¡allá vamos!

Para viajar al país del continente africano más cercano a Europa no tenemos la obligación de vacunarnos contra nada, aunque si bien es cierto que existe la recomendación de “curarnos en salud” y protegernos contra la fiebre tifoideaHepatitis A y B, y la habitual en este continente contra el tétanos-difteria. Otro consejo de salud que debéis tener en cuenta es el de consumir únicamente agua embotellada así como el de evitar los alimentos crudos, ya que el mismo agua con el que son enjuagados podría haceros daño en vuestros organismos no acostumbrados a este tipo de agua.

En cuanto al uso de los móviles e Internet, Marruecos es un país dónde en cualquier Riad (casas árabes divididas en habitaciones y organizadas en torno a un patio para hospedar a turistas) u hotel, obtendréis conexión WiFi. Claro está que siempre dependerá del lugar que visitéis porque no es lo mismo buscar conexión en el desierto que en la turística ciudad de Marrakech. Otra tema a tener en cuenta son los enchufes, ya que aunque es normal que en Marruecos encontréis la misma clavija que tenemos en España, es aconsejable llevar un adaptador “por si las moscas”.

Una vez pisemos tierra marroquí la primera cuestión que se os presentará será el dinero. Mi consejo es que al llegar cambiéis algo de dinero en el aeropuerto, no mucho, ya que allí el cambio siempre suele ser bastante peor que en la ciudad.

Comparad el precio de la moneda en las casas de cambio puesto que hay cientos de ellas y podéis ahorraros bastante dinero si os molestáis unos minutillos en cotejar la diferencia. 

Una vez salgáis del aeropuerto empieza la locura del regateo. En Marruecos hay que regatear por absolutamente todo, desde el precio de un taxi hasta el coste de una actividad o excursión (a no ser que sea de agencia de viajes con precio fijado). Los marroquíes tienen intrínseco en su cultura esta técnica de compra-venta, así que no seáis tímidos y sacar el mejor comerciante de vuestro interior. Como consejos básicos os diré que no aceptéis nunca un precio superior a cuatro euros (400 Dirham) por un taxi, o que intentéis rebajar siempre al 50% el precio que os pidan por cualquier producto en los zocos callejeros.

Un tema bastante cómico a mi parecer pero que puede provocaros un poco de ansiedad si no os lo tomáis con filosofía es el “acoso” de los comerciantes. Van a intentar llamar vuestra atención de mil y una maneras, incluso llegando a cogeros del brazo para que os acerquéis a ver su producto. No os agobiéis, ignorar todo aquello que no os interese y no les deis mucha conversación porque son expertos embaucadores, y yo personalmente conozco a más de uno que acabó comprando por pura presión.

El transporte público entre ciudades es un poco locura, pero siempre existen opciones. Por un precio un poco superior (4 ó5 euros máximo) tendréis la opción de viajar en autobuses “luxury”. Estos vehículos tienen unos horarios algo mas concretos pero creedme que son más que aconsejables, ya que por apenas unos euros de más viajareis cómodamente en autobuses sin exceso de pasajeros, ya que es muy común que en los buses ordinarios viaje gente incluso de pié en recorridos que durarán horas. Los tickets para estos autobuses se compran en las mismas estaciones de bus.

La comida es algo que a mí personalmente me encantó. A pesar de que las condiciones de higiene para la manipulación de los alimentos no son las más idóneas, es mejor que ni siquiera os molestéis en preocuparos por eso, ya que si no vais a comer muy poco durante vuestra estancia. Los desayunos se convertirán en vuestra comida favorita del día, ya que en Riads y hoteles éstos están compuestos como mínimo por café, zumo, dulces árabes, pan con mantequilla y fruta. Platos exquisitos como el cuscús,  tajines, harira, los keftas, o los popularmente conocidos pinchos morunos os esperan impacientes para ser devorados por precios súper económicos. No dejéis de probar los zumos de frutas que  venden en furgonetas ambulantes en las plazas centrales, dónde por 40 céntimos degustaréis uno de los mas deliciosos que jamás hayáis probado.

Marruecos es un país precioso al que merece la pena reservar por lo menos una semana para poder conocer más de un lugar. Entre mis ciudades y pueblos favoritos os diría que están MarrakechEssaouiraAsilah y Chaouen, aunque sinceramente os recomiendo que diseñéis vuestra propia ruta y os embarquéis en esta preciosa y llena de contraste aventura. ¡SALAM MALECUM, MALECUM SALAM VIAJEROS!

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