Santander En Un Día

Continuamos en primavera con nuestra ruta por el Norte de España. Queremos daros a conocer una de las ciudades con más encanto de nuestro país. Una mezcla de señorío y modernidad, una ciudad despierta todo el año con un gran número de eventos culturales, con una universidad de gran prestigio internacional y el mejor lugar del mundo para comer rabas. Si además os decimos que tiene 11 playas y una de las bahías más bonitas del mundo, preparaos para disfrutar un día con la magia de Santander.

Desde la experiencia de haber estado viviendo tres meses en este entrañable lugar, donde los veranos la ciudad se abre al mundo y los inviernos su naturaleza se conserva aún más bella, os hemos preparado esta ruta influenciada por el cariño de muchas personas que acogieron mi estancia.

Por la mañana

Por la mañana el mejor plan es hacer un buen paseo. Iniciamos nuestra aventura en el Parque del Piquio en la Avenida de Castañeda, es el punto que separa las playas del Sardinero dos (a la izquierda mirando al mar) y el Sardinero uno. Se puede disfrutar de ambas playas tanto paseando por la orilla o por el paseo marítimo. Las vistas que ofrece el mar Cantábrico son espectaculares, siempre puede verse algún barco mercante y como el cielo se funde con el horizonte.

Continuamos nuestro camino en dirección al Palacio de la Magdalena. En este mapa de la ciudad podréis ver la ruta que hemos preparado, aunque siguiendo el paseo marítimo llegamos directamente al centro. Para los amantes de las bicicletas, Santander ofrece el alquiler de bicis y tanto en el Sardinero 2 como en el Palacio de la Magdalena podemos cogerlas. El paseo marítimo también dispone de un amplio carril bici, así que a pie o a dos ruedas no hay excusas, ¡Continuamos con la marcha!

Apenas avancemos unos metros podemos disfrutar del Gran Casino Sardinero, cuyo diseño es una muestra del señorío urbano de esta zona de la ciudad. Continuando por el paseo marítimo la siguiente parada es sin duda una de las joyas de Santander, la Península de la Magdalena. Entrar en el recinto os llevará a disfrutar de un entorno natural único presidido por un palacio construido  en el S.XX entre 1908 y 1912.

El reto será llegar al palacio, porque ¡Cuidado! Se encuentra en lo alto de la península y la subida es bastante dura, aunque también está la opción de subir en un trenecito que hace el mismo recorrido, a la vez que explica la historia del palacio. Podéis seguir la carretera junto al mar o ascender por una senda a través del bosque. Aunque es más larga, merece la pena caminar por la carretera, ver las playas del Camello y la de los Bikinis (la mejor si queréis daros un chapuzón) y continuar con vuestra ascensión.

Antes de llegar al palacio hay una curva donde podréis disfrutar de una de las mejores vistas de Santander, la foto es obligada: la isla de Mouro y el mar Cantábrico en perfecta armonía. El palacio se puede visitar (aquí os dejamos los horarios), aprovechad para daros una vuelta por sus alrededores y disfrutar de todas sus vistas. Pero esto no es todo Magdalena aún guarda un secreto más, una parte de nuestra historia. Según descendemos por la carretera nos encontraremos con una réplica de las tres carabelas con las que Cristobal Colón descubrió América. Además hay un zoo donde pueden verse leones marinos, focas y pingüinos.

Nos despedimos de la Magdalena para volver al Santander urbano. Aquí volvéis a tener dos opciones, el paseo por la avenida Reina Victoria donde podréis ver las casas señoriales o llenaros los pies de arena y coger un camino de madera en la Playa de los Peligros (preguntad para cogerlo desde el principio). Sin duda el paseo por la playa nos permitirá disfrutar de un aroma especial y sentir el verdadero clima del Cantábrico. En esta ruta encontraremos el Museo Marítimo del Cantábrico, para los apasionados del mar. Pero no os preocupéis lo bueno de ambos caminos es que nos llevan a la misma zona de la ciudad Puerto Chico.

En esta zona podréis disfrutar de un pequeño puerto donde hay muchas embarcaciones pequeñas y una escuela de vela. Sin abandonar el mar, tenéis que continuar por el paseo marítimo y sin daros cuenta estaréis en el famoso y emblemático Paseo de Pereda. En uno de sus rincones podréis haceros una foto muy original (podéis mandárnosla) junto a los raqueros. Un monumento que consta de las figuras de cuatro niños, que se lanzaban al mar para recoger las monedas que lanzaban los curiosos.

Ahora es el mejor momento para daros un respiro y disfrutar de la cocina típica cántabra al más puro estilo santanderino. Os recomendamos la “Bodega Fuente De” donde podréis elegir entre el cocino lebaniego o montañés. Sin embargo si os resulta demasiado pesado podéis optar por sus enormes raciones y pinchos, no os olvidéis de probar el vino de su propia cosecha. ¡La calidad, el precio y el entorno de este pequeño lugar son imprescindibles en vuestra visita!

¡Los mejores restaurantes de Santander!

Por la tarde

Lo mejor tras una copiosa comida es sin duda una excursión. La que os proponemos combina el relax necesario y la belleza de ver la ciudad desde otro punto de vista. En el Paseo de Pereda junto al mar encontraréis un pequeño Palacete. Allí podréis comprar los tickets para coger una de las lanchas que cruzan la bahía de Santander, es muy barato y merece realmente la pena (aquí os dejamos los precios y los horarios). Tenéis varios destinos, los más bonitos son la Playa del Puntal y Somo. La lancha tarda unos 30 minutos en llegar al Puntal y 45 minutos a Somo. Aprovechad en cualquiera de los dos destinos para bajaros y dar un paseo.

De vuelta a Santander es el momento de disfrutar de la ciudad, lo bueno es que tenéis todo realmente cerca. ¡Aunque no se puede disfrutar de todo en una tarde! Si lo que os apetece es continuar paseando podéis visitar la catedral de Nuestra Señora de la Asunción y disfrutar de los nuevos Jardines de Pereda junto con la obra del Centro Botín. También está la posibilidad de disfrutar de algún espectáculo cultural, Santander es una ciudad viva y ofrece muchos eventos durante el año (aquí os dejamos la agenda). Incluso podéis dedicar la tarde a realizar compras en la Calle Burgos. Pero realmente lo que os recomendamos para la tarde es disfrutar del ocio de la ciudad.

Os proponemos hacer una ruta para que probéis el sabor de Santander. Comenzando en la Plaza Porticada podéis sentaros en una de sus terrazas a escuchar el ritmo de la ciudad. La siguiente parada es el Mercado del Este, las mejores tapas sobre todo las rabas de la ciudad (aunque también las más caras) pueden disfrutarse en un entorno que nos hará viajar a través de la historia. Podéis aprovechar este mercado para comprar productos típicos como las anchoas.

No importa como disfrutéis de la tarde en Santander, pero debéis terminarla bebiendo una cerveza o un vino en Cañadío 

Santander anochece, sus calles se vuelven luminosas, pero la ciudad no duerme…

Por la noche

Si aún tenéis hambre a pesar de los pinchos, tenéis muchos bares donde saborear unos buenos fritos. Podréis continuar celebrando vuestra amistad en Cañadío, según avanza la noche cada vez se llena más de gente joven o podréis ir caminando hacia la zona de Río la Pila. En esta calle se encuentran los pubs y discotecas.

No os preocupéis por como volver a vuestro hotel si tenéis que dormir, ¿Aún no sabéis donde? Aquí tenéis nuestro buscador de hoteles. Hay una parada de taxi al principio de la calle y os llevarán a vuestro hotel de una forma rápida y económica.

Para lo más románticos o los que prefieran quedarse con un recuerdo de Santander para siempre, pueden coger un taxi y visitar la zona del faro de Mataleñas. Hay una pequeña playa a la que se puede descender por un camino, o podemos quedarnos en el mirador y contemplar como el mar Cantábrico convierte sus aguas en plata al fundirse con la luz de la luna.

Esperamos que esta última postal os haya atrapado del todo y penséis en Santander como uno de vuestros próximos destinos. Os animamos a que nos deis vuestra opinión. ¿Alguna recomendación?

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *